En diciembre del año pasado comenzó una amistad muy especial en la residencia Albertia Mirasierra. Allí surgió la historia de Crescencio e Iratxe. Desde entonces, Crescencio, de 96 años, procedente de un pequeño pueblo de Guadalajara, e Iratxe, una joven madrileña de 32, no han dejado de compartir momentos y, como ellos mismos dicen, ¡se han vuelto inseparables! 🥰
Crescencio es un hombre sociable, divertido y con una enorme facilidad para conectar con quienes le rodean. Fue taxista durante años, un trabajo que recuerda con cariño, ya que le permitió hablar con todo tipo de personas y conocer muchas historias. Y precisamente eso es algo que sigue disfrutando a día de hoy: compartir anécdotas y experiencias con quienes tiene cerca 🫶🏼 Iratxe, su nieta adoptiva, destaca lo mucho que le gusta escucharle y lo entrañables que son sus historias. De hecho, le ha animado a comenzar a escribir su biografía.
Durante sus visitas, suelen pasear por la residencia y sentarse a charlar. Hablando de todo un poco, se les pasa el tiempo volando. Esa rutina se ha convertido en algo importante para ambos. Iratxe se siente afortunada de tener a Crescencio en su vida y él, encantado de contar con alguien con quien conversar, compartir recuerdos y disfrutar de la compañía 💘
Un vínculo que crece con cada encuentro ✨
Crescencio está muy orgulloso de su familia, Se casó y tuvo dos hijos a los que quiere muchísimo y mantiene con ellos una relación muy cercana. Pero también le hacía ilusión tener una nieta adoptiva con quien poder pasar buenos ratos. Y parece que lo ha conseguido.
La historia de Crescencio e Iratxe demuestra una vez más lo que pueden aportar las conexiones entre generaciones. Han construido una amistad que les llena de alegría 🥹 ¡Esperamos que siga creciendo mucho más! Puedes conocerles más en este vídeo.
Si quieres vivir una historia como la de Iratxe, hazte voluntario de Adopta Un Abuelo 💙
