Fernando, de 25 años, nunca imaginó que un anuncio en la radio cambiaría su vida. Escuchó hablar de Adopta Un Abuelo y sin pensarlo demasiado, decidió apuntarse, y así conoció a Rosa, su abuela adoptiva de 93 años. Desde el primer día, supieron que harían un equipo increíble.
El día que se conocieron, pasaron horas charlando y compartiendo historias. Lo que empezó como una simple conversación se convirtió en una tarde llena de risas y anécdotas. Fernando recuerda ese día con mucho cariño: “Su energía y sabiduría me llenan el corazón”. Desde entonces, su relación se ha ido fortaleciendo con cada encuentro.
Ahora no solo se ven en la residencia, sino que también han quedado fuera de allí. Fernando incluso ha conocido a la familia de Rosa, lo que ha hecho que su vínculo sea aún más fuerte.
Para Rosa, la compañía de Fernando es un auténtico regalo. Siempre le recuerda que la vida se pasa volando y que tiene que vivirla al máximo. A través de conversaciones, risas y experiencias compartidas, han demostrado que la amistad no tiene edad y que siempre hay algo nuevo que aprender del otro. Ambos han encontrado en esta relación un espacio de confianza y alegría.
Tú también puedes vivirlo 💙
Si alguna vez has pensado en hacer voluntariado pero aún no has dado el paso, este es el momento perfecto. Fernando lo tiene claro:
“Es una experiencia que, honestamente, te cambia la vida”. Acompañar a una persona mayor no solo les aporta compañía y felicidad, sino que también te permite crecer, aprender y compartir momentos únicos.
Con Adopta Un Abuelo, puedes compartir tu tiempo con una persona mayor y crear una relación que marque la diferencia 👉🏻 ¡Hazte voluntario!
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