Como ya sabéis… ¡Hoy es día de entrevista! 😍 Y esta semana os presento a Manuela, una mujer toledana de 66 años que ha tenido una vida muy activa e inquieta llena de aventuras.
No os hago esperar más, ¡adelante con las preguntas! 👇
AUA: Bueno, Manuela, cuéntanos sobre tu juventud.
Manuela: Nací en Toboso. Recuerdo más o menos cuando empecé la escuela y en esa etapa yo solo hacía dos cosas: ir al colegio y trabajar en el campo, algo a lo que no me obligaban. Me di cuenta que este trabajo era muy duro así que me quise ir a Madrid. Fui sola siendo todavía una niña y me quedé con las monjas durante ocho meses hasta que me escapé, como un ratoncillo, porque me leían las cartas (risas).
He trabajado en muchos sitios como asistenta doméstica en cocina, como niñera, limpiadora, peletera… Eso me ha hecho vivir en lugares diferentes de Madrid como Atocha, Gran Vía, Doctor Esquerdo, Batán o Delicias.
AUA: ¿Cómo era tu vida en Madrid?
Manuela: Pues recuerdo muchas horas de trabajo como niñera, aunque después a los 16 años me busqué otra cosa porque aspiraba a más. Me quedé con una familia que era propietaria de una carnicería y ahí me sentía como en mi hogar. Bueno, por un suceso ocurrido en esta vivienda salí en el periódico y todo…
AUA: Ah, ¿sí? ¡Cuéntanos!
Manuela: Una tarde mientras volvía del parque de atracciones con una amiga, vi que la casa donde yo vivía con esta familia que te he comentado se estaba hundiendo. Entonces me mareé y al día siguiente me entrevistaron, saliendo en la portada del periódico Informaciones. Yo era esa chica que salía con el abrigo largo y marrón, por si alguien lo ve.
AUA: ¿Cuál era tu sueño cuándo eras niña?
Manuela: Yo soñaba en casarme con un hombre que fuera guapo, el hombre clásico de películas (risas). Y lo encontré, pero, como tenía mucho dinero, no me dejaba hablar con el personal. Por eso mismo no me vio más el pelo, porque yo hablo con todo el mundo y, por mi carácter independiente, no me gusta que me manden; una persona no debe ser más que nadie.
Más tarde conocí al padre de mi hijo y me casé por casarme, porque no le quería. Y del segundo marido que tuve sí me enamoré, pero nos separó su muerte.
AUA: ¿Qué cosas del pasado te gustaría tener en el día de hoy?
Manuela: Pues del pasado echo de menos la vida con mis padres. Me vine muy jovencita y sola a Madrid, así que me vi pequeña en una ciudad muy grande. Se me ha pasado la vida volando y me encantaría ser niña de nuevo.
AUA: Me han contado que tienes un patinete eléctrico con el que vas a todos lados…
Manuela: Hace poco que lo uso, se lo pedí a una chica que va al mismo centro médico que yo. Pensé en todos los sitios y cosas a los que podría ir y hacer con el patinete.
Tampoco había montado en una moto, pero me atreví cuando me la regaló mi marido Paco cuando yo tenía 39 años. Y cogí y… ¡carretera y manta! He ido en ella incluso con lluvia y nieve. He tenido varias desde entonces y he viajado a todos lados.
AUA: Sabiendo lo activa que eres, seguro que has tenido tiempo para formarte, ¿verdad?
Manuela: He trabajado mucho durante años, pero también he conocido el desempleo. En ese tiempo aproveché para hacer cursos de diseño, moda y corte y confección con el que yo me hacía mis cosillas. También hice uno de geriatría.
AUA: Tienes un diario en el que guardas tus vivencias. ¿Por qué lo escribiste?
Manuela: Yo empecé a hacer el diario con la pandemia y lo escribía porque quería plasmar en él mis pensamientos, las cosas que me pasaban y cómo me sentía en mi día a día. La verdad que, como eran tiempos muy monótonos, me aburrí de él y dejé de escribirlo.
AUA: ¿De qué cosa te sientes más orgullosa en la vida?
Manuela: De haber tenido mis dos hijos. Siempre se dice que se llora de pena, alegría y de tristeza y, cuando nació mi hijo, Rodi, lloré de alegría como nunca.
AUA: ¿Qué te gustaría que recordaran siempre de ti?
Manuela: Pues lo bueno. Me gustaría que me recordaran como una buena persona, sincera y sin falsedad. Siempre voy de frente, a veces demasiado, y eso me ha llevado, muchas veces, a problemas en mi vida.
AUA: ¿Qué le dirías a una persona joven que está pensando en involucrarse en iniciativas sociales?
Manuela: Que ayude como estáis ayudando muchos de vosotros. Y que no se metan en las cosas malas porque con eso no se consigue nada. Siempre he sido una persona muy trabajadora con una gran fuerza de voluntad y he superado todas las dificultades que me ha traído la vida.
AUA: ¿Qué consejo le darías a una persona que vive en soledad?
Manuela: Vivir en soledad a veces es triste. El consejo que le daría es que tenga muchos ánimos porque el aislamiento te hace pensar lo bueno, lo malo de la vida y darle vueltas a la cabeza. Hay que cuidarse de eso para no caer en la melancolía.
AUA: ¿Qué puedes contarnos de tu voluntaria?
Manuela: Mi voluntaria se llama Andrea, es vasca e hija única. Se le ve buena chica y es muy cariñosa. Nos contamos las cosas; ellas las suyas y yo las mías. Me dice que quiere ser una gran actriz, por eso está estudiando en un centro en Atocha. Yo siempre le estoy preguntando cosas porque soy muy preguntona (risas).
AUA: ¿Recomendarías el programa a otras personas mayores?
Manuela es un ejemplo de superación con el que muchos podemos identificarnos. Este testimonio es una muestra más del resultado que genera unir distintas generaciones, teniendo el enriquecimiento personal como papel principal. Yo ya lo he descubierto y, si tú también quieres vivir esta experiencia, pincha aquí 💙