Conoce a Joan, un encanto de Cataluña

Volvemos una semana más con las entrevistas a los abuelos. Esta vez os traigo una de la mano de Joan, un catalán de 77 años que ha dedicado toda su vida a trabajar por distintos lugares de España y del mundo 🌎

Así que… ¡Atentos a sus respuestas! 👇

AUA: Bueno, Joan, sé que naciste en Andalucía y te tuviste que ir a Cataluña. ¡Cuéntanos sobre ti!

Joan: Yo nací en Jaén, pero no tenía ni un mes cuando me fui a Cataluña. He pasado 74 años en Torelló, mi pueblo, aunque he tenido que estar de un sitio a otro ya que yo era montador textil e iba viajando por toda España, lo que me hizo conocer otros rincones como Zamora, Valencia, Lérida… A veces me pasaba hasta un año por ahí. También tuve la oportunidad de ir a Méjico y Francia. Una maravilla, pero siempre con la caja de herramientas en la mano y muy liado. 

AUA: ¿Siempre te has dedicado a la maquinaria textil?

Joan: Prácticamente, sí. A los 14 años empecé a trabajar en una empresa llamada Cata que elaboraba mamparas. Hice el aprendizaje, después me enseñaron a montar máquinas y a ponerlas en marcha y, por último, me dediqué a fabricar máquinas de textil. En fin, esa era mi vida.

AUA: ¿Comida andaluza o catalana?

Joan: Comida catalana. A pesar de que la cocina andaluza es bastante buena y que he comido comida de allí, la tierra tira.

AUA: ¡Cuéntanos cómo te fue en el amor! 

Joan: La primera novia que yo tuve me pilló en la ‘mili’ y, o no supo esperarme o no supimos esperarnos, ya está. O sea, se apagó todo. Entonces un día fui a una fábrica en Gerona y de vacaciones ahí conocí a una chica y estuvimos dos años de novios. Después nos casamos. Del día de mi boda recuerdo el banquete y a toda mi familia, pero sin mi madre. Una boda normal, sin ‘pompeo’, pero tampoco de pueblo. Después hemos estado 45 años casados hasta que un día nos divorciamos.

AUA: ¿Tienes alguna anécdota graciosa que quieras compartir?

Joan: Estábamos en mi pueblo, en un local donde nos juntábamos todos los montadores mientras tomábamos café, jugábamos… Por aquel entonces yo era un chaval cuando me llama un señor y me dice “¿dónde estás ahora? ¡Necesito que me hagas un favor!” Y yo le contesté “¡acabo de llegar de Lleida y me iré mañana a Sevilla!” Yo pensaba que se le había olvidado algo de la fábrica en Sevilla, pero me empezó a dar instrucciones de lo que tenía que hacer cuando llegara allí.

Y cuando ya estoy en aquel lugar, ni corto ni perezoso, dejo la caja de herramientas en la Torre del Oro. En ese momento me engancha un policía y me dice “¿esto que es?” A lo que contesté “cosas del trabajo”. Y entonces me multaron haciendo pagar 250 pesetas. 

AUA: ¿Hay algún objeto en especial que te gustaría que tu familia conservara?

Joan: La fotografía que tengo aquí colgada (señalando al cuadro de la fotografía). En ella salimos mi hermano, mi padre, mi madre que en paz descanse y yo.

AUA: Si pudieras hablar con tu yo del pasado, ¿qué le preguntarías?

Joan: Yo le diría haz el bien y no mires a quién. Y ya está, con eso bastaría y con eso vives feliz. Yo soy feliz y vivo bien; tengo buenos amigos.

AUA: Sé que alguna vez has colaborado en alguna causa social. ¿Por qué te lanzaste a ello?

Joan: A raíz de un ictus que me dio, conocí a una asociación de minusválidos. Entré en ella y yo tenía que cuidar de todas las casas que tenían los coches mal aparcados en plazas de minusválidos. Entonces, si veía un coche mal estacionado, apuntaba la matrícula y llamaba a la policía para que lo sacara de ese sitio. Había gente en el pueblo que no le cautivaba mucho que hiciera eso. ¡Claro! Pagar una multa a nadie le gusta. Yo por suerte he pagado pocas (risas).

AUA: ¿Por qué te apuntaste al programa de Adopta Un Abuelo?

Joan: Mi vida es levantarme, salir a comprar el pan, dar una vuelta por el barrio y ya me achanto aquí en casa. A veces salgo a tomar un café por la tarde. Y esta es mi vida. Me apunté porque buscaba a alguien con quién hablar porque me encontraba un poco aburrido.

AUA: ¡Háblame de Nacho, tu voluntario!

Joan: Encontré a Nacho, que es un tío super encantador y más educado que yo (risas). Cuando me llama, me cuenta que él tiene novia en Cataluña y que está aprendiendo a hablar catalán. Siempre nos contamos lo que hacemos y hablamos de lo que nos pasa. Él me comprende y me da consejos. ¡Es muy agradable el chaval!

AUA: Ahora me gustaría que nos dijeras dos cosas: ¿Cuál es el consejo que le darías a la gente joven? ¿Y a la gente mayor?

Al igual que Joan, hay abuelos increíbles que merecen ser admirados y escuchados por personas comprometidas con el colectivo de la tercera edad. Ellos nos han dado la mejor sabiduría y nosotros podemos recompensarles con nuestra compañía. Así que no lo dudes más y regístrate en el formulario para empezar el acompañamiento pinchando AQUÍ 💙

También te puede interesar