En febrero de 2024 comenzó la historia de Glady y Alicia. Se conocieron gracias a nuestro programa de voluntariado y, desde entonces, su amistad no ha hecho más que crecer 💫 Glady vive en la residencia Amavir El Balconcillo, en Guadalajara, y Alicia la visita todos los días que puede. Lo que empezó como un encuentro puntual se ha convertido en un vínculo que les llena de alegría a las dos.
Les encanta pasear por el jardín de la residencia, ir de compras, compartir charlas sobre libros y experiencias de vida. Entre confidencias y risas, han descubierto que tienen un sentido del humor muy parecido, y eso les ha unido aún más 💖
“Me da muchísima paz hablar con Glady”, cuenta Alicia. “Tiene una forma de ver la vida que me hace valorar todo lo que me rodea. Salgo de cada visita con el corazón más lleno”.
“¡Es una suerte tenerla!” — responde Glady con una sonrisa cuando habla de su voluntaria 🥹
Un consejo de vida que no se olvida 🌱💡
Si hay algo que define a Glady, además de su simpatía y su carácter entrañable, es la sabiduría que ha ido acumulando a lo largo de los años. Y entre las muchas enseñanzas que le ha compartido a Alicia en sus paseos y charlas, hay un consejo que siempre repite y que se ha convertido en una especie de mantra para ambas:
“En la vida hay que luchar y levantarse todas las veces que nos caigamos.” 💪🏼
Una frase que resume su forma de vivir, su fortaleza y la inspiración que transmite en cada conversación.
Este tipo de relaciones nos recuerdan que el voluntariado no solo aporta compañía a las personas mayores, sino también valor, aprendizaje y nuevas formas de mirar la vida para quienes acompañan. Glady y Alicia son la prueba de que, cuando conectamos generaciones, pasan cosas increíbles.
Si tú también quieres ser voluntario de Adopta Un Abuelo y acompañar a una persona mayor como Glady, hazte voluntario.
Y puedes ver la historia completa de Glady y Alicia en este vídeo. ¡Síguenos para estar al tanto de todo!
