En una iniciativa cargada de entusiasmo y solidaridad, los voluntarios de Cellnex se sumaron a nuestro taller de Abuelos Hackers para acercar la tecnología a las personas mayores y contribuir a reducir la brecha digital que afecta a esta población. Durante una jornada llena de aprendizaje, risas y momentos entrañables, los mayores tuvieron la oportunidad de descubrir las infinitas posibilidades que la tecnología puede ofrecerles.
Los voluntarios dedicaron su tiempo a enseñarles a manejar funciones básicas de sus teléfonos móviles, como enviar mensajes en WhatsApp, tomar fotografías y, por supuesto, hacerse selfies. La emoción en el ambiente era palpable, y los mayores no tardaron en aprovechar sus recién adquiridas habilidades para capturar este momento especial. Entre risas y gestos espontáneos, se sacaron fotos junto con los voluntarios, guardando estos recuerdos como un verdadero tesoro.
Uno de los momentos más memorables fue cuando Carmen, tras aprender a hacerse selfies, logró capturar una foto que decidió convertir en su fondo de pantalla. Con una sonrisa radiante y llena de orgullo, mostró su teléfono a todos, compartiendo su felicidad con los demás. Ese pequeño gesto simbolizó mucho más que una nueva habilidad: representó el empoderamiento que la tecnología puede ofrecer.
La experiencia no se limitó a aprender a manejar el móvil. Los mayores también tuvieron la oportunidad de “viajar” a lugares que siempre habían soñado conocer, como Roma, o de volver a recorrer los rincones de sus pueblos de infancia, gracias a herramientas como Google Maps. Aunque el viaje fue virtual, la emoción de explorar estos lugares desde la pantalla fue inmensa. Para muchos, ver las calles y paisajes que guardaban en su memoria fue como revivir recuerdos queridos o cumplir deseos pendientes.
En España, más del 70% de las personas mayores carecen de habilidades digitales, una realidad que destaca la importancia de iniciativas como los talleres de Abuelos Hackers. La colaboración de empresas como Cellnex no solo hace posible que los mayores accedan a la tecnología, sino que también fomenta un vínculo intergeneracional que enriquece a todas las partes.
El impacto de estas jornadas va mucho más allá del aprendizaje tecnológico. Para los mayores, representa una oportunidad de conexión, independencia y autoestima. Para los voluntarios, es una experiencia profundamente enriquecedora y gratificante, llena de historias que quedarán para siempre en su memoria.
Si tu empresa también desea sumarse a esta labor transformadora, te invitamos a conocer cómo puedes colaborar para reducir la brecha digital y acercar generaciones. Descubre más en este enlace: aquí 💙
Juntos, podemos transformar vidas y construir un futuro más inclusivo.
